19 de septiembre de 2015

Y todo lo que nos queda!

Es fascinante. Cuando llegaron eran unos completos desconocidos. Hoy, tras siete días ya me tienen maravillada. Es cierto que son como pequeños icebergs, lo que he podido ver no es más que el 1% de lo que esconden, pero nunca me había sentido tan afortunada. Bueno, sí. Es la misma sensación que hace tres años, cuando llegaba a mi vida mi primera promoción. Y si he crecido tanto en estos años, cuánto más me quedará por crecer con ellos? 
Las mañanas se esfuman mirando cada gesto, cada reacción, el modo tan particular de ver la vida de cada uno. Ya hemos empezado a anotar anécdotas, palabros estupendos como "yo no he llorío" y cosas simples pero emocionantes que no quiero olvidar nunca. Así me dejaba Daniela, boquiabierta, tras agarrar las llaves del pollo "bombón" y cerrar la puerta del patio con toda la seguridad del mundo.
- Daniela, pero cómo sabes qué llave es!!!??
- Seño, es esta llave, es esta.

Así son, así los quiero yo, cada día un poquito más. Y así hemos empezado a caminar juntos. Por mil aventuras más, preparados, listos...YA!












































16 de septiembre de 2015

Es el comienzo de algo grande.



...Y aunque las estrellas fugaces sean efímeras y se marchen, muchas otras llegan para iluminar el cielo; el cielo y nuestra vida.

Ahora sé que la riqueza de la vida reside en todas esas almas que llegaron volando a clase; volando, a rastras o muertos de miedo. Y puedo asegurar que no eran los únicos asustados; hasta yo di mil vueltas en la cama la noche anterior. Pero nada dura para siempre y menos el miedo, ¡sino que se lo digan a nuestro amigo, el Monstruo de Colores! (tranquilos, dentro de nada podremos conocerlo mejor). Aquellas caritas, aquellas manos minúsculas, aquellas pielecillas suaves venían para conquistarme, ¡y vaya si lo han hecho! Ahora cuento las horas que quedan para poder verlos de nuevo, para empezar a caminar juntos por esa cosa tan misteriosa que es el cole y por todo lo que tiene para enseñarnos (y tienen ellos para enseñarme a mi). Como yo digo, ¡son pequeñas estrellas fugaces en potencia! Estoy segura de que no habrá día que no me sorprendan, no habrá día que no muera de amor con ellos y no habrá día que no de gracias a Dios por todo el amor por mi profesión que sembró en mi corazón hace ya mucho, mucho tiempo.

¡Estamos preparadísimos! ¡ESTAMOS PREPARADÍSIMOS!

Empecemos a brillar, luciérnagas.
Os quiere, 

Vuestra seño Pau.